miércoles, 18 de noviembre de 2015

¿Fue Como Beso o Llanto?


Poesía que Pedro Salinas publicara en su libro "Razón de Amor" (1936). En el mismo, examinaría lo que queda del amor cuando este acaba. La pasión y el dolor de la separación son, por tanto, los temas centrales del libro. Recita José Francisco Díaz-Salado, del programa de radio "La Voz Silenciosa", de Cadena Radio, más concretamente en su emisión número 1217 del 4 de marzo de 2012. Pedro Salinas Serrano (Madrid, 27 de noviembre de 1891 – Boston, 4 de diciembre de 1951) fue un escritor español conocido sobre todo por su poesía y ensayos. Dentro del contexto de la Generación del 27 se le considera uno de sus poetas mayores. Sus traducciones de Marcel Proust contribuyeron al conocimiento del novelista francés en el mundo hispano-hablante. Al concluir la Guerra Civil Española se exilió a Estados Unidos hasta su muerte. Implicado en la creación de la Universidad Internacional de Verano de Santander (de la que sería secretario general entre 1933 y 1936), conoció allí en el verano de 1932 a una estudiante estadounidense, Katherine Prue Reding (nombre de soltera), que sería luego profesora de lengua y literatura española en el Smith College (Northampton, Massachusetts). Ella, siendo su amante, fue la destinataria de la trilogía poética de Salinas "La Voz a ti Debida" (acaso su obra más conocida), el citado "Razón de Amor" y "Largo Lamento". La mujer del poeta acabó descubriendo la infidelidad e intentó suicidarse, por lo que Katherine decidió poner fin a la relación. Ya casada Katherine (ahora apellidada R. Whitmore) con un compañero del Smith College, tuvo aún esporádicas noticias sobre Salinas, si bien la relación se acabó marchitando. Se vieron por última vez en 1951, poco antes de la muerte del poeta. Ella, que falleció en 1982, autorizó la publicación de su epistolario con Salinas, guardado en la biblioteca de la Universidad Harvard, siempre que fuera 20 años después de su muerte y se omitieran las cartas que ella le envió. Las que le escribiera Salinas son unas trescientas, testimonio de una relación que duró quince años hasta su conclusión en 1947.

Letra:

"¿Fue como beso o llanto?
¿Nos hallamos
con las manos, buscándonos
a tientas, con los gritos,
clamando; con las bocas
que el vacío besaban?

¿Fue un choque de materia
y materia, combate
de pecho contra pecho,
que a fuerza de contactos,
se convirtió en victoria
gozosa de los dos,
en prodigioso pacto
de tu ser con mi ser
enteros?

¿O tan sencillo fue,
tan sin esfuerzo, como
una luz que se encuentra
con otra luz, y queda
iluminado el mundo,
sin que nada se toque?

Ninguno lo sabemos.
Ni el dónde. Aquí,
en las manos,
como las cicatrices,
allí, dentro del alma,
como un alma del alma,
pervive el prodigioso
saber que nos hallamos,
y que su dónde está
para siempre cerrado.

Ha sido tan hermoso,
que no sufre memoria,
como sufren las fechas,
los nombres o las líneas.

Nada en ese milagro
podría ser recuerdo:
porque el recuerdo es
la pena de sí mismo,
el dolor del tamaño,
del tiempo, y todo fue
eternidad: relámpago.

Si quieres recordarlo
no sirve el recordar.
Sólo vale vivir
de cara hacia ese dónde,
queriéndolo, buscándolo".

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