Hoy, sábado 1 de junio de 2013, día en que se cumplen 7 años del fallecimiento de la enorme Rocío Jurado, he querido homenajearla subiendo su única actuación en Azabache que aún no estaba en Youtube. Si bien en ella le sobraba descaradamente la peluca, es un hecho que en la misma se demuestra voz, baile, puesta en escena y poderío encima del escenario. Rocío Jurado, conocida como "la más grande", era de las pocas voces que podían cantar cualquier palo del flamenco, de tan magnífica como esta era. No en vano, logró obtener 150 discos de oro y 63 de platino por sus enormes ventas, que acaso no fueran equivalentes a cuantas muchas más se merecía haber cosechado la chipionera. Jamás ningún artista tuvo su mezcla de voz, fuerza y grandiosidad en un escenario, y haría falta mucho rezar para que volviera a repetirse, si se cayera en el error de pensar que fuera posible. Sus primeras interpretaciones fueron subida muy de niña al mostrador de la zapatería de su padre -que era cantaor aficionado, igual que la madre de Rocío lo era cantando copla-, donde algunos clientes preguntaban por ella, acaso como excusa para que les cantara, de igual modo que las primeras interpretaciones de Lola Flores fueron encima de la barra de la tasca de su padre. Profesionalmente, Jurado empezó en el tablao "Los Duendes" de Pastora Imperio. Poco tardó en quedarse ronca, sin voz, pues aún no sabía cantar con el diafragama, y se le tuvo que enseñar. Pese a que la gran Pastora fue la primera en confiar en ella, le regañó cuando se soltó el pelo en su tablao; era una muestra del puritanismo en el flamenco, y de la valentía de Rocío, que fuera quien estrenara la copla hasta entonces inédita de Rafael de León "Pastora Imperio" -que en el programa de Canal Sur "La Mejor Copla", en el que votaba el público vía internet, quedó en segundo lugar, después de "Campanas de Linares"-, gracias a la cual hoy recuerda mucha gente a Imperio. A la de Chipiona, le llamaban "la niña de los concursos de radio", de tantos a como se presentaba y ganaba. También en sus inicios, destaca que cantara en misas y festivales de su colegio. Su estilo musical era tan amplio, que sería difícil de encasillar. Por ejemplo, en su disco "Como las alas al viento" (1993) se mezclan danzón cubano, gospel, aires flamencos, y se juega con trozos de piezas de música clásica. Como curiosidad sobre su versatilidad, destacar que en las fiestas imitaba los clarines de la Maestranza. En su enorme lista de premios, destaca que sus discos "Señora" (1979) y "Paloma Brava" (1985) fueron elegidos los mejores de sus respectivos años, que fue elegida según la prensa de México como mejor cantante extranjera en tal país, el premio a la Mejor Voz Femenina del Siglo XX, que le fue concedido en el año 2000 en la ciudad de Nueva York por un grupo de periodistas del espectáculo, o el trofeo Al Andalus. Destacar, también, que cuando volvíó a Espeña de su tratamiento en Houston, el Gobierno le concede la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, lo cual se le notifica inmediatamente pisa tierra. Merecida medalla, teniendo en cuenta que era una trabajadora incansable, como demuestra que, después de quedarse huérfana de padre con 12 años, trabajara de frutera y en la zapatería que tenía el mismo. Hizo varias películas, siendo la primera "Los Guerrilleros", en la que actuó siendo aún una desconocida, pues el film es de 1963 y su primer disco de 1964. Era una gran cumplidora con su público, no dudando en saludarle después de los conciertos asomada desde el techo del coche que la llevaba, o en regalarles flores que besaba, autógrafos, o dejándoles entrar en su casa, y demás ejemplos. Además, alargaba los conciertos conforme a cuanto se lo pidiera su público, pudiendo llegar a rozar las tres horas de espectáculo, sin importarle ya haber cubierto el caché. Recordar, también, que en 1985 le cantó al presidente de los Estados Unidos Ronald Regan, en la casa blanca.
Con un cartel formado por Rocío Jurado, Juanita Reina, Nati Mistral, María Vidal e Imperio Argentina, con motivo de la Expo sevillana de 1992, se celebró un fantástico espectáculo -Azabache- en honor a la copla, y que, aunque se pensó convertirlo en gira por toda España, se tuvo que desechar la idea, por ser demasiado cara de llevar a cabo. Como anécdota del mismo, destacar que la producción fue tan impecable, que hubo espectadores que tomaron de excusa para acudir en repetidas ocasiones al mismo el encontrar los micrófonos de las artistas, de tan genialmente escondidos como estaban. Por último, destacar que una jovencísima Joana Jiménez se presentó al casting para participar en el show, pero no logró pertenecer al cartel de este por su juventud. Finalmente, se eligió a María Vidal. En tal espectáculo, Rocío, algunos días, pedía a la orquesta que cambiara los finales de las canciones, y luego ella cantaba sobre la marcha sobre los mismos. Como los grandes, cada vez que hacía una interpretación, la hacía distinta a como nunca había hecho.
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